Es triste que tenga que pasar una desgracia
para que todos reaccionemos. Es triste y a veces necesario. También porque las
personas tenemos una habilidad especial para criticar “a todo pasado” y darnos
cuenta de que si alguien ya criticó ese algo tiempo atrás, muchos de nosotros
también le criticamos (suena como una trabalenguas, pero es tan contradictoria
nuestra manera de pensar, que en ocasiones es difícil de explicar).
Esta reflexión nace tras la muerte del niño
de 6 años en la cabalgata celebrada el día 5 de Enero en Málaga, Andalucía. Si
alguien hablara días antes de reforzar seguridad, o de suspender cabalgatas
donde no está garantizada el perfecto estado de todos y cada uno de los
asistentes se nos hubiera tildado de (aquí cada uno que añada el adjetivo que
quiera).
El ser humano es contradictorio, de eso no me
cabe duda. Francisco Camps es acusado y Camps gana unas elecciones con una mayoría absoluta abrumadora. Andalucía parece corrupta hasta las cejas; aparecen
casos de Eres irregulares y agujeros económicos extrañamente justificables y el
señor Griñán sigue cuatro años más en el poder y Don Javier Arenas una vez más de espectador.
Hoy me planteaba esas cuestiones mientras ojeaba la prensa y los lujos de los que al parecer disfrutan señores como Bono o Maragall. Parece que
de unas cosas si sabemos aprender pero de otras nos empeñamos en no aprender
nada. Somos un misterio. Ahora creo que ya os toca pensar a vosotros;
plantearos cuestiones, dar un paso al frente.
fdo: Otro contradictorio